INTOLERANTE
Autor:​ Dr. ​ Jorge ​ E ​ Rodriguez ​ Sierra.
Introducción
La palabra intolerante significa falta de respeto por las ideas o prácticas de los demás *​(The Free Dictionary by Farlex, Inc). El mundo el dÃa de hoy exige la tolerancia y quien se atreva a señalar las acciones de alguien más como malas, perversas y equivocadas inmediatamente es señalado como alguien de mente cerrada y se le acusa de ser intolerante. Las palabras tolerancia, tolerante e intolerante no son mencionadas ni una sola ocasión en la Biblia. Será importante ver como Jesús actuó cuando vio la práctica de acciones y actitudes malas para con ello poder formar una idea mejor de cómo los cristianos deben responder a este mundo que exige y demanda que​ sean ​ ​tolerantes.
Entrando​ en ​ el ​ Templo ​ ​(Marcos ​ 11:15-16)
Jesús un dÃa previo habÃa sido recibido por la multitud con palabras de alabanza cuando entro a la ciudad de Jerusalén (Marcos 11:8-10). De acuerdo al Evangelio de Marcos después de entrar en la ciudad fue al Templo, observó detenidamente todo lo que habÃa en este y al terminar​ ​se ​fue ​a ​la ​ciudad ​de ​Betania ​(Marcos ​ ​11:11). Al dÃa siguiente Jesús vuelve a Jerusalén y lo primero que hace es dirigirse nuevamente al Templo. El dÃa previo nadie de los que estaban ahà prestaron la menor importancia a su presencia a pesar de que la ciudad lo habÃa aclamado como el MesÃas y por la actitud de Jesús se puede concluir que las acciones de los que estaban en el Templo no habÃan cambiado. Si el hombre desconoce a Jesús como el Hijo de Dios le será imposible reconocer que sus acciones son perversas y malas. Por eso el mundo actual busca bajo toda forma restar autoridad a lo que la Palabra de Dios dice, por lo que en las escuelas empiezan a indoctrinar a los niños que la tierra y el universo se formó de la nada porque al hacerlo se niega la existencia de Dios, con ello el código del bien y del mal desaparece y el hombre es libre de hacer lo que su corazón malo le dicte sin miedo a las consecuencias ya que no tiene a quien rendir cuentas de sus actos. Los que estaban en el Templo no reconocieron a Jesús y al hacerlo sus acciones siguieron las normas que ellos habÃan trazado y consideraban correctas de acuerdo a sus propias opiniones.
La imagen desvirtuada que en la actualidad las religiones dan del Hijo de Dios hace que lo que Jesús hizo al entrar al Templo quede sin poder explicarse. Hoy se nos dice que Jesús es amor y que él jamás juzgarÃa a nadie pero lo que hace Jesús en el Templo es ir directamente donde estaban los comerciantes y los que cambiaban monedas para echarlos del lugar. La palabra echar usada en este versÃculo de la Biblia significa tomar una acción decisiva con el propósito de hacer un cambio significativo, implica expulsar. Jesús fue enérgico, no aceptó las acciones de estos individuos que se estaban enriqueciendo a costa de los que venÃan al Templo a presentar sus sacrificios y ofrendas a Dios. A Jesús el dÃa de hoy se le juzgarÃa como intolerante por las acciones que tuvo contra estos comerciantes. Pero Jesús no solo los corrió del Templo sino que volcó las mesas y las sillas donde realizaban sus negocios. Además impidió a la gente usar el patio del Templo como un atajo para llevar mercancÃa de un lado a otro de la ciudad* (​Biblia de estudio MacArthur). Cada uno ​ de estos actos manifestaba una actitud de falta de respeto a Dios, Jesús los expuso por lo que eran y demostró ​ que ​ ​él ​ ​no ​ toleraba ​ el ​pecado.
¿Entonces Jesús no es amor? Por supuesto que Jesús es amor, no hay otro amor que se compare al que él da, Pablo en la carta a los Romanos describe a la perfección lo que es el amor de Dios donde nos afirma que a pesar de que somos pecadores y no merecer más que el castigo eterno, Cristo murió para pagar por nuestros pecados y reconciliarnos con Dios (Romanos 5:8). Dios es perfecto y Él no puede convivir con el pecado y en su amor nos dice que las acciones malas que comete el hombre lo llevará a terminar separados de​ ​Él.
Reprendiendo​ ​con ​enseñanza ​(Marcos ​11:17)
Solo actuar sin dejar en claro cuál es el problema y cómo resolverlo no deja enseñanza alguna, los malos actos se van a repetir y eso es actuar sin mostrar amor. Jesús después de expulsar a los comerciantes, tumbar sus mesas y sus sillas les empezó a enseñar y mencionó lo que Dios habÃa dicho claramente en su Palabra al citar al profeta IsaÃas que el Templo fue creado para orar a Dios sin hacer excepción de ninguna nación (IsaÃas 56:7) y que ellos la habÃa convertido en una cueva de ladrones (JeremÃas 7:11). El pueblo de Israel seguÃa repitiendo los errores de sus antepasados, habÃan olvidado lo que Dios demandaba de ellos y por ello sus actos mostraban una irreverencia total. Jesús nos dice que el pecado no es tolerado por él pero nunca dejará de mostrar al hombre el porqué. Desconocer la Palabra de Dios siempre llevará al hombre a la desobediencia, a fallar, a pecar y a fracasar porque en su ignorancia solo le queda el auto nombrarse su propio dios y hacer las cosas que su corazón le dicta y la Biblia nos dice que del corazón del hombre sale todo lo malo (Génesis​ 6:5, ​ ​Marcos ​7:21).
Miedo​ y ​ admiración ​ ​(Marcos ​11:18)
Las dos únicas actitudes que los hombres tomaron ante las acciones y la enseñanza de Jesús fue el miedo y la admiración. Los religiosos al escuchar a Jesús y verse afectados en sus bolsillos por qué les estaba afectando el gran negocio que habÃan establecido empezaron hacer planes de cómo deshacerse de él y la única emoción que habÃa en sus corazones fue la de miedo, miedo a perder su posición de privilegio, miedo por haber sido expuestos por el fraude que eran, miedo a perder el control que tenÃan sobre el pueblo que les daba grandes ganancias. Por su parte el pueblo ante lo que acababan de ver y oir solo se quedaron admirados, en otras palabras se asombraron y se sorprendieron porque nunca habÃan visto alguien actuar ni enseñar con tal autoridad, pero de esto no paso, no fueron capaces de reconocer en Jesús al Hijo de Dios, el MesÃas prometido que iba a venir a librarlos de sus pecados ​ y ​ de ​ su ​ separación ​ con ​ Dios. Estas emociones de miedo, deseo de matar y asombro continúan el dÃa de hoy ante lo que Dios dice en su Palabra. Al ser expuestos por el pecado que practican muchos se llenan de odio y coraje, acusan a quienes les dicen lo que está escrito en la Biblia y los califican de intolerantes, quieren desaparecer la Biblia a como dé lugar y buscan cualquier forma de desacreditarla por el miedo que sienten al ser expuestos. Otros sólo se asombran, dicen que extraordinarias lecciones, concluyen que deberÃan ser las normas bajo las cuales viviéramos pero solo se queda en simples palabras y no sucede nada en sus vidas y después de su asombro inicial en unos instantes vuelven a sus vidas egocéntricas donde ignoran totalmente a Dios. Los hombres siguen repitiendo las mismas actitudes de estos judÃos que los mantendrán alejados de Dios y los llevara​ a ​ pasar ​ ​la ​eternidad ​separados ​ de ​ ​Él.
Jesús​ ​salió ​ ​(Marcos ​11:19)
Las diez palabras de este versÃculo muestra la consecuencia de haber ignorado a Jesús y no reconocerle como el Hijo de Dios. Los religiosos se llenaron de deseos asesinos y el pueblo se asombró y al parecer solamente fue entretenido por los eventos que presenciaron y no creyeron en Jesús, estas decisiones los llevó a continuar en la oscuridad espiritual en la que estaban, la luz de la Verdad les resplandeció en ese momento pero al no responder a Jesús esa luz dejó de iluminarlos, quedaron envueltos en las tinieblas de sus pecados y continuaron alejados de Dios. Por ello Jesús salió de Jerusalén porqué la ciudad no quiso creerle ni someterse a su SeñorÃo. Un poco más de treinta años después la ciudad fue destruida por los romanos e Israel quedó dispersa por todo el mundo y casi 1900 años tuvieron que pasar para poder volver a constituirse como una nación en 1948. Y eso le va a pasar al hombre que por su orgullo y la dureza de su corazón les hace imposible responder a la luz que les muestra la salvacion de sus almas y continuarán en la oscuridad de sus actos malos y no habrá lugar para que Jesús entre en sus vidas, finalmente la luz será apagada porque asà ellos lo decidieron y terminaran separados de Dios, será un terrible destino donde Jesús dice será el llorar y crujir de dientes​ (Mateo ​ 13:50).
Un​ ​Jesús ​intolerante
Jesús el dÃa de hoy serÃa condenado por la sociedad al juzgarlo como alguien intolerante ya que nunca aceptó las ideas erróneas que la gente habÃa tomado como conductas normales. Dios siempre va a declarar el pecado del hombre y lo va a juzgar severamente, la Biblia nos dice que Él es muy limpio para ver el mal (Habacuc 1:13) y que continuamente está airado con quien practica el pecado (Salmo 7:11). Jesús en el juicio final no dejará que los que practicaron la maldad entren a la eternidad no importa que hayan realizado actos buenos ya que estos no dan el perdón al hombre solo Jesús es quien salva y perdona al hombre, no hay otra forma​ ​(Mateo ​ ​7:21-23, ​ Juan ​ 14:6). Asà que le invito a que no termine como los religiosos o el pueblo de Israel negando a Jesús y siendo incapaces de reconocer lo que Dios dice claramente en su Palabra. Pensar o decir que Jesús es tolerante del pecado, que no juzgará al hombre por sus actos y que no los sentenciara al infierno por la eternidad es contradecir lo que la Biblia categóricamente dice. Decir algo diferente es dar lugar a un Jesús que no existe. Es la dureza del corazón que lleva al hombre a no creer en Jesús, la religión no salva, ni sus tradiciones ni sus ritos, Jesús pagó en forma total por sus pecados y usted no puede ayudarle, solo tiene dos opciones le cree a Jesús o​ ​no ​ ​le ​ cree. Este pasaje nos muestra que la intolerancia de Jesús en realidad fue un acto de amor ya que no querÃa que estos hombres se perdieran y quedarán sin acceso a la vida eterna. Dios es paciente y desea que usted se arrepienta pero hay un dÃa en que usted partirá de esta vida y este mundo dejará de ser y Dios lo llamará a cuentas​ (2 ​ Pedro ​ 3:9-10). Mi oración es que la noche no llegue a su vida espiritual y​ ​Jesús ​termine ​alejándose ​de ​ usted ​ para ​ siempre.
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